Tot comença en una mirada entre dos, de cop sents algo estrany, comences a penssar-hi, amb es pas dels dies començes a donar-te conte de que aquella persona significa algo més que un conegut, sents en tu algo extrany, com una espècie de necessitat. Un altre moment, es tornen a creuar les mirades i sents com papallones a l'estòmag. Amb vergonya desideixes comprobar si a l'altre persona li succeeix el mateix, amb molts esforços consegueixes dirli quatre coses sense quedarte-la mirant i sense parla, pero finalment treus forces d'on no hi han i t'apropes a poc a poc, lentament t'acostes als seus llavis fins que s'enganxen i es crea la mágia més forta: l'amor, ón les dos persones viuen en un espai i un temps diferents als altres perque al seu voltant, tot es deté.
lunes, 18 de julio de 2011
miércoles, 26 de enero de 2011
Fuerzas...
Hoy me faltan fuerzas para erguirme..
Hoy no me siento capaz de nada...
Días en los que solo estás cabreado
en los que no sabes como salir de ese pozo sin fondo,
en el cual caes a la oscuridad.
Esos momentos en que te falta el aire.
Cuando porfin tengo la falsa sensación que consigo remontar la caída,
me encuentro con cuatro muros, los cuales no me dejan ver la luz.
Y es cuando verdaderamente te das cuenta del peso que reclinan sobre ti las personas más allegadas.
Dicen que la vida no puede depender de si una persona entra o se va, pero yo tengo una objeción:
Si hay personas que llegan, se instalan de manera permanente dentro de ti, empiezan a formar parte de tu vida y un día de repente se mudan, dejan una laguna que irremediablemente te arrastran a su fondo.
Y sin fuerza alguna... acabas ahogandote en las aguas que un día fueron grandes sentimientos.
Hoy no me siento capaz de nada...
Días en los que solo estás cabreado
en los que no sabes como salir de ese pozo sin fondo,
en el cual caes a la oscuridad.
Esos momentos en que te falta el aire.
Cuando porfin tengo la falsa sensación que consigo remontar la caída,
me encuentro con cuatro muros, los cuales no me dejan ver la luz.
Y es cuando verdaderamente te das cuenta del peso que reclinan sobre ti las personas más allegadas.
Dicen que la vida no puede depender de si una persona entra o se va, pero yo tengo una objeción:
Si hay personas que llegan, se instalan de manera permanente dentro de ti, empiezan a formar parte de tu vida y un día de repente se mudan, dejan una laguna que irremediablemente te arrastran a su fondo.
Y sin fuerza alguna... acabas ahogandote en las aguas que un día fueron grandes sentimientos.
viernes, 14 de enero de 2011
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